Este día se celebra en Argentina desde el año 1943.En 1964, se aprueba el 1º de Abril como el “Día del Traductor Público”, por ser reglamentada por primera vez la entrega diplomas. Aparentemente, existió un error de caligrafía al labrar las actas. Esta fecha, finalmente, fue aprobada por unanimidad, y hoy se reconoce esa fecha en la Argentina.El traductor público es un profesional experimentado, con un dominio sólido de la traducción y de la interpretación, que lo habilita para desempeñar un papel fundamental en el mundo globalizado. Según dicta la Ley 20.305, su incumbencia es la traducción de todo documento de idioma extranjero en entidades de recaudación u organismos públicos. Es el único profesional habilitado para actuar como intérprete en una sede judicial, explicó un comunicado del Colegio Profesional.El traductor público puede desenvolverse tanto en instituciones públicas como en empresas privadas que soliciten traducciones comerciales o técnicas; en editoriales, revistas, agencias de noticias, diarios, congresos, simposios y conferencias, reuniones y, especialmente, en la ámbito de la justicia.El Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires es una entidad de derecho público no estatal creada por la Ley Nacional N.° 20.305 el 25 de abril de 1973, para regir el ejercicio de la profesión de traductor público en la Capital Federal y llevar su registro en los distintos idiomas.