Este sector que nació en nuestro país con los albores del siglo XX, han logrado con el pasar de los años, integrar un nutrido número de comerciantes dedicados a la elaboración de las distintas especialidades, que hoy constituyen uno de los platos predilectos de la gente.La pizza hace su irrupción en Buenos Aires a fines del siglo pasado con la llegada de las primeras corrientes de inmigrantes italianos. Principalmente trajeron esa costumbre los oriundos del sur de esa península, que no tardó en convertirse en aquellos tiempos, en modesto negocio ambulante.Los elementos del pizzero que recorría las calles de Buenos Aires a fines del siglo pasado ofertando su producto eran simplemente un trípode y una campana de lata. La campana lo resguardaba de la intemperie y servía de refugio a los improvisados comensales. Luego llegaron los pregoneros de la fugazza y la fainá, que se colocaban estratégicamente cerca de la escuelas, a la espera de la salida de los alumnos.Pero la pizzería en si nació en el barrio de La Boca y ya no eran los chicos o los italianos sus adictos. La empezaban a degustar personas de las mas variadas nacionalidades.Los maestros pizzeros no esconden sus secretos con respecto a la elaboración de este exquisito alimento. Cada uno de ellos tienen su propia escuela pero sostienen que la clave de su preparación está en la masa, debe ser preparada con los mejores ingredientes y se le debe dedicar un trabajo manual intenso y equilibrado para lograrla consistencia justa. Todo esta en el gusto de cada uno, hay quienes la prefieren muy bajita, otros con media masa.PASTELEROSEn cuanto al pastelero (denominado también Pâtissier) es un puesto especializado dentro de la cocina que se dedica a labores de repostería. En la organización de la cocina de ciertos restaurantes (Brigade de cuisine) es la persona encargada de elaborar los postres y las masas reposteras.1 En la posición de este chef puede incluirse también cualquier panadero.Hay que resaltar que los trabajos del Pâtissier pueden comenzar incluso cuando la comida o cena haya comenzado. El emplatado de los postres a veces se encarga al Garde manger.2 Entre las funciones se puede encontrar la de elegir un buen vino de postre que encaje correctamente con el postre servido.