En 1961, el Presidente Arturo Frondizi firmó el Decreto Nº 7.992, que dio impulso a un ambicioso plan de renovación de buques mercantes –serían 37 unidades en 10 años–. En conmemoración de esta decisión política, un año más tarde, y respondiendo a la iniciativa de la Federación de la Industria Naval Argentina, el Poder Ejecutivo Nacional declaró al 12 de septiembre como Día de la Industria Naval.
La construcción de nuevas unidades para la Armada
Desde 1934, se dio impulso a un plan estratégico de construcciones navales a desarrollarse en la Argentina utilizando los astilleros existentes en el país. De acuerdo a los términos de la Ley Nº 11.378 (5/4/1934), se dispuso la construcción de nueve minadores rastreadores encargados a talleres y astilleros nacionales.
Los Talleres Generales del Arsenal de Río Santiago, situados en Ensenada (provincia de Buenos Aires), y dependientes del entonces Ministerio de Marina, se ocuparon de la construcción de cinco de los nueve buques, mientras que el resto fue encargado a astilleros privados de la localidad de Tigre y San Fernando. Asimismo, en años subsiguientes, se ocuparon los talleres de la Base Naval Puerto Belgrano.