En San Fernando se suicida Leopoldo Lugones a los 63 años. El poeta ingiere cianuro mezclado con whisky. Se afirma que estaba enamorado de una mujer mucho más joven y que la relación no era aprobada por su hijo homónimo, un temible comisario que practicaba la tortura y al que se atribuye la creación de la picana eléctrica. El padre poeta mutó de posiciones socialistas en su juventud a un descarnado fascismo en los año 20, que fundamentó con su discurso del centenario de la batalla de Ayacucho, en 1924, en el que glorificó el militarismo y proclamó que “ha sonado otra vez, para bien del mundo, la hora de la espada”. Entre sus obras destacan El payador, La guerra gaucha, Las fuerzas extrañas, Lunario sentimental y Romances del Río Seco. La fecha de su nacimiento, 13 de junio, se recuerda en el país como Día del Escritor.