Según el calendario de celebraciones institucionales, el 18 de septiembre es el día indicado para celebrar -en todo el país-, el Día del Ordenanza.Durante nuestra etapa de alumno de la primaria era “la portera” y en muchos casos, juntamente con su familia, vivía en dependencias de la escuela donde prestaba servicios. Sus hijos eran nuestros compañeros de banco.Mantenían la escuela impecablemente limpia. Hallaban todo lo que perdíamos en los recreos u olvidábamos en el estante de abajo del pupitre.Eran expertas en primeros auxilios. Desde colocar una llave en la frente para frenar una epistaxis, limpiarnos la rodilla raspada en el patio de ripio del fondo de la escuela. O auxiliar a Carlitos, ese chico que tenía la mamá no vidente y padeció una inoportuna incontinencia intestinal. Permaneció en la cocina de la portera, envuelto en una toalla hasta la cintura, en aguardo que mandaran ropa limpia desde su casa.La portera estaba en todas. Siempre amable y dispuesta Formaba parte de “la comunidad educativa” como le dicen ahora. A primera hora y de un vistazo determinaba la cantidad de tazas de leche que repartiría en el segundo recreo. La portera sugirió –durante una reunión de la cooperadora-, el cambio de vasos de vidrio por tazas de loza para “la copa de leche”. Las tazas se rompían menos y sus bordes –en caso de rotura-, no eran filosos.La portera puede ser considerada una verdadera institución en la actividad educativa. Colaboradora tanto de docentes como de directivos jamás haría un paro en demanda de mejoras salariales.