Fue un escritor y sociólogo argentino que alcanzó renombre, primero, como directivo de empresas de publicidad y de marketing y luego, como escritor.
Rodolfo Fogwill obtuvo la licenciatura en Sociología en la Universidad de Buenos Aires donde se desempeñó como profesor titular. Escribió poemas, cuentos, novelas, ensayos sobre temas relacionados con la comunicación, literatura y política. Conformó la plantilla de docentes de la Facultad Libre de Rosario.
Se desempeñó también como empresario de la publicidad y el marketing, donde alcanzó cierto renombre.
Publicó su primer libro, un poemario, en 1979, al que le siguió, al año siguiente, otro y su primer volumen de cuentos. Ese mismo año de 1980 su relato Muchacha punk obtuvo un importante premio patrocinado por la empresa Coca-Cola, que le permitió dedicarse a escribir.
En 1983 aparece su primera novela: Los Pichiciegos, ambientada en la guerra de las Malvinas. Esta obra ha sido adaptada al teatro y en 2012 inspiró dos puestas en escena, una dirigida por Mariana Mazover, y la otra, por Diego Quiroz.
Algunos de sus textos integran diversas antologías publicadas en Estados Unidos, Cuba, México y España. En 2003 ganó la beca Guggenheim y, al año siguiente, el Premio Nacional de Literatura por su libro Vivir afuera. En 2004 obtuvo el Premio Konex – Diploma al Mérito en la disciplina «Novela: Quinquenio 1999 – 2003».
El 21 de agosto de 2010, Fogwill falleció como causa de un enfisema pulmonar.
Fogwill dejó numerosos archivos desordenados en su departamento del barrio de Palermo, y su hija Vera, cineasta, le encomendó en 2011 a la historiadora Verónica Rossi que los clasificara. Entre esos papeles había una carpeta con un diario donde apuntaba imágenes mentales, desde los 13 años, hasta poco antes de morir y que salió en Mondadori con el título de La gran ventana de los sueños. Dos novelas inéditas se publicaron después de la muerte de Fogwill: La introducción, un texto que mantenía Damián Tabarovsky, exeditor del sello Interzona, y Nuestro modo de vida, que data de 1980 y que estaba en manos de una amiga chilena de Fogwill.