Un grupo de hombres lo asesina de dos balazos en la cabeza. El cuerpo, con las manos atadas a la espalda, fue quemado dentro de un auto. El brutal crimen, el más grave hecho contra la prensa desde el restablecimiento de la democracia, conmueve a la sociedad argentina. El 2 de febrero de 2000 fueron hallados culpables nueve hombres, cuatro de ellos eran policías bonaerenses. Entre los condenados estuvo Gregorio Ríos, jefe de la custodia del empresario Alfredo Yabrán, a quien se sindicó como responsable intelectual del homicidio. Yabrán se suicidó en mayo de 1998 cuando iba a ser detenido. Hoy, ya no hay detenidos por el asesinato del fotógrafo.