Fue pianista, director, compositor y arreglador.
Temperamental y musicalmente definido en la tendencia pianística inaugurada por Francisco De Caro, Osvaldo Pugliese y Armando Federico, se contó entre los destacados cultores de su instrumento en el tango.
Se inició en 1925 en un trío juvenil con Alfredo De Franco y Lucas Di Salvo. Integró en esa primera época las orquestas de Eugenio Nobile, Pedro Maffia y de José De Caro, colaborando desde su fundación en 1933 hasta 1937 en el sexteto de Elvino Vardaro, con el que compartió una a una todas las etapas de actuación de la revolucionaria concepción tanguística del mismo, contribuyendo además con sus propias ideas para los arreglos del conjunto.
Colaboró más tarde con Ciriaco Ortiz; dirigió transitoriamente el acompañamiento de Francisco Fiorentino y codirigió un conjunto con Miguel Zabala (Zabalita).
Actuó para la grabación de discos Pampa en la orquesta del bandoneonista Jorge Argentino Fernández, con el que ofreció luego por televisión una serie de ejecuciones en dúo de piano y bandoneón.
Compositor de un tango de primer orden “Arrabal”, precursor en una misma línea que “De antaño”, de Laurenz, “Onda brava”, de Troilo, “La beba”, de Pugliese, del «tango milonga de corte moderno».
Dio a conocer además estos otros: “Memorial”, “Mi ruego”, “Acusándote”, “Unos pasos”, “Turbión de recuerdos”.