Las Fuerzas Armadas derrocan a Arturo Frondizi, once días después de las elecciones en las que el peronismo había competido y ganado en la provincia de Buenos Aires con Andrés Framini. La anulación de los comicios por parte del líder desarrollista no aplacó los ánimos golpistas. Frondizi es detenido y enviado a la isla Martín García, y se produce una comedia de enredos: el general Raúl Poggi, jefe del Ejército, no puede asumir la presidencia porque el ministro de Defensa, Rodolfo Martínez, habla con uno de los ministros de la Corte Suprema, Julio Oyhanarte, y ambos hacen jurar al presidente provisional del Senado, José María Guido. Éste seguía a Frondizi en la sucesión desde que a fines de 1958 renunciara el vicepresidente Alejandro Gómez. Guido gobernará hasta las elecciones de 1963, en las que se impone Arturo Illia con el peronismo proscripto.
