Conocido también como Jean Paul, fue un escritor argentino.
Echagüe, doctor en Historia y cuya obra es fecunda y proficua, fue considerado, a justo título, “el maestro de los críticos argentinos” y también “pintor de historia”. Fue periodista, representante en Francia del diario La Nación, hacia 1910.
Juan Pablo Echagüe era hijo del prócer, poeta y periodista, Pedro Echagüe y de Epifania de la Barrera. Nació en la ciudad de San Juan el 30 de junio de 1875, registrándose su bautismo el día 16 de noviembre, a los 4 meses y 12 días de su nacimiento. Contrajo matrimonio con Dolores Naón Peralta, el 5 de octubre de 1918.
Junto a su padre pasó mucho tiempo en la redacción del diario El Zonda. Abandonó su carrera militar e ingresó al diario El Argentino, donde se le confió la crítica teatral. Allí, su seudónimo de “Jean Paul” llegó a popularizarse y a cotizarse espiritualmente, y los lectores a dejarse guiar por sus certeros y severos juicios, de estilo enérgico y acerada ironía. El teatro nacional argentino, tan necesitado de críticos en su momento le debe las mejores crónicas; y sus artículos de apretadas síntesis y limpio criterio discriminativo, eran esperados al día siguiente de los estrenos. Luego dejó El Argentino para trabajar en El País, junto a los prestigiosos periodistas Paul Groussac, Francisco Grandmontagne, Ricardo Rojas, Monteavaro, Duhau, Ingenieros, Becher y otros reconocidos escritores.
Sus crónicas teatrales en El País, y más tarde en La Nación, serían recogidas luego en volúmenes tales como Prosa de combate, Un teatro en formación o Una época del teatro argentino. Sus críticas también aparecen como colaboraciones en El Diario, La Razón y en la popular revista Caras y Caretas. Pero es en La Nación donde se publican sus críticas de teatro más famosas, entre 1912 y 1918.
El 4 de septiembre de 1903 apareció en El País la primera crítica firmada Jean Paul, comentando “Culpas ajenas” de Martín Coronado. La guerra del 14, al interrumpir bruscamente la labor de autores y actores extranjeros, dejó casi huérfano de espectáculos a Buenos Aires acostumbrado a albergar lo mejor del teatro francés, español e italiano en obras y actores. Así nació el teatro nacional con empuje y no es exagerado decir que Juan Pablo Echagüe fue el crítico más autorizado de esa época. Jean Paul, como un Lorenzo Valla, rompió muchas lanzas en mérito a la destreza en la composición, el orden, en el desarrollo y la dignindad en los temas de nuestro teatro.