El 5 diciembre es el Día Mundial del Suelo y tiene por objetivo dar a conocer la gran importancia del suelo en nuestras vidas.
El suelo desempeña un papel fundamental en el buen funcionamiento de los ecosistemas, contribuyendo a la regulación del flujo del agua y el clima, la biodiversidad, la captación de carbono y la preservación de tradiciones culturales.
Este está compuesto por minerales, materia orgánica, diminutos organismos vegetales y animales, además de contener aire y agua. En realidad es una capa delgada que se ha formado muy lentamente a través de los siglos, con la desintegración de las rocas superficiales por la acción del agua, los cambios de temperatura y el viento. Un centímetro de suelo puede tardar hasta 1.000 años en formarse y en este proceso han intervenido tanto las plantas como los animales que crecen y mueren dentro y sobre el suelo, siendo descompuestos por los microorganismos, transformados en materia orgánica y mezclados con el suelo.