El día 16 de octubre de 1846 fue histórico para la medicina y para toda la humanidad, por las manos del dentista Thomas Morton, quien realizó la primera demostración práctica y pública de la anestesia con éter para una cirugía.
Con el objetivo de rendir un homenaje especial a una profesión que ha traído tantos logros a la medicina y a la humanidad en general. Una ciencia realmente revolucionaria que, gracias a la invención de la anestesia, ha evitado el padecimiento durante las intervenciones quirúrgicas.