Se produce la inundación de Villa Epecuén, en el partido bonaerense de Adolfo Alsina. Las crecidas continuas habían hecho que la laguna, atractivo turístico de la zona, subiera unos 50 centímetros por año. Se construyó un terraplén que separaba a la ciudad de la laguna. El 10 de noviembre, el terraplén cedió y se anegó una superficie de un millón de hectáreas. Todo el pueblo debió ser evacuado, salvo Pablo Novak, hoy de 91 años, quien decidió permanecer en el lugar y sigue allí. No hubo víctimas fatales. El gobierno del radical Alejandro Armendáriz fue acusado de no haber llevado adelante medidas que evitaran la inundación. Villa Epecuén permaneció durante años unos 7 metros bajo agua. El descenso de las aguas ha dejado al descubierto las ruinas de lo que fue la ciudad.