De acuerdo al relato de la joven pastora francesa Bernadette Soubirous, de 14 años, se produce ante ella la primera de varias apariciones de la Virgen María. Ocurre en Lourdes, cerca de los Pirineos. La joven asegura que la aparición le confirmó la inmaculada concepción de Cristo. Ingresó a un convento, donde murió a los 35 años. El Papa Pío XI la canonizó en 1933. Lourdes se convirtió en un centro de peregrinación para los católicos y el 11 de febrero se celebra su festividad.