El lunes 18 de julio de 1994 a las 9:53, una bomba estalló en la sede de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA), ubicada en la calle Pasteur 633, en pleno barrio Once de la Ciudad de Buenos Aires, demoliendo el edificio y dañando seriamente los inmuebles cercanos, causando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
El atentado sacudió a la sociedad argentina y especialmente a la de Buenos Aires. Miles de personas se acercaron al lugar para colaborar con las tareas de rescate, tanto de las víctimas, como de libros, documentos y esculturas que constituían una parte importante de la memoria de la comunidad judía argentina.
Hasta 2001 se había informado oficialmente que las víctimas fallecidas eran 86, a las que había que sumar otra persona más a la que se atribuía ser autora del atentado y haberse suicidado con la explosión. En 2001 se descubrió que una de las supuestas víctimas, Patricio Irala, había simulado su muerte para cobrar la indemnización por medio de su esposa.
Oficialmente la AMIA contabiliza 85 víctimas, pero en el listado solo menciona 84. La persona fallecida adicional se trata de un varón que no fue identificado, al que se le realizó la autopsia nº 1766, que se encuentra en las fojas 208/211 del anexo de autopsias II del expediente judicial. El 10 de agosto de 2016, se identificó a esta víctima como «Augusto Daniel Jesús», un joven de 20 años que asistía junto a su madre a un curso para el cuidado de enfermos en la mutual