Así lo decidió la Organización de las Naciones Unidas en diciembre de 1994.
Como cada 9 de agosto, se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. A pesar de suponer alrededor de 350 millones de personas en todo el mundo, los indígenas se encuentran en situación de vulnerabilidad y exclusión. Esto se observa con claridad al descubrir que representan un 15% de las personas más pobres del planeta, según cifras de Naciones Unidas.
El Día Internacional de los Pueblos Indígenas sirve para visibilizar y dar voz a cerca de 5 000 distintos grupos en más de 70 países de todo el mundo que luchan por el reconocimiento de sus tradiciones, su identidad y su cultura. Esta gran diversidad de pueblos se enfrenta a multitud de problemas
similares, como la discriminación tanto racial como social y económica, la explotación de sus tierras, la privación de los recursos y la falta de acceso a los servicios sanitarios y la educación. Por lo tanto, este día debe servir no sólo para mostrar al mundo la riqueza de las culturas indígenas y celebrarla, sino también para concienciar sobre los problemas que sufren, reflexionar sobre dichas situaciones e idear posibles soluciones a los mismos.
Por eso mismo, en 2007 la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que es la herramienta principal para la protección y promoción de sus derechos.