Fue un escritor, profesor y traductor argentino; este último oficio lo desempeñó, entre otros, para la Unesco y varias editoriales. Sin renunciar a su nacionalidad argentina, optó por la nacionalidad francesa en 1981, en protesta contra el régimen militar argentino.
Considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, fue maestro del cuento, la prosa poética y la narración breve en general y fue también creador de importantes novelas las cuales inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, pues rompieron los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal. Debido a que los contenidos de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser puesto en relación con el realismo mágico e incluso con el surrealismo. Es considerado exponente central del boom latinoamericano junto a escritores como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.
Vivió hasta los cuatro años en Bélgica, Suiza y España; tiempo después su familia volvió a la Argentina, donde Cortázar residiría hasta 1951, año en donde se estableció en Francia, país en el que ambientó algunas de sus obras y vivió el resto de su vida.