La norma constituyó el primer beneficio previsional en la Argentina que alcanzó a los empleados públicos del Estado Nacional, incluyendo entre ellos a los maestros, los trabajadores del Banco Nación y del Banco Hipotecario, personal judicial y de los Ferrocarriles Nacionales.
Cada uno de esos trabajadores debía realizar un aporte de su sueldo para el momento del retiro, así es como funciona el sistema contributivo argentino.
Se trató del primer instrumento que otorgó un ingreso para la clase pasiva.
Fue durante la presidencia de Julio Argentino Roca, quien a partir de esta ley se convirtió en el mandatario que dio inicio a la era de la política social en la Argentina.