Pintor argentino que desarrolló una personal carrera que le llevó desde la pintura costumbrista de raíz hispana hasta la pintura abstracta al final de su carrera, tras realizar obras que interpretaron los movimientos de vanguardia.
Nacido en Buenos Aires el 14 de julio de 1894, se inició en las Bellas Artes con el pintor italiano Gino Moretti, que fue su maestro desde 1910 hasta 1912. Completó su formación durante un viaje por Europa, realizado en 1928, en el transcurso del cual visitó España, Francia e Italia. Su pintura recibió pronto el reconocimiento de la crítica de su país. Participó en el Salón Nacional de forma continuada desde 1911. Obtuvo el Primer Premio de esta convocatoria anual diez años más tarde, en 1920, y el Gran Premio Adquisición en 1935. En 1920 comenzó su carrera docente, que compaginó de forma muy activa con la pintura desde ese año hasta 1950. Ocupó todos los escalafones de la enseñanza, tanto en colegios de secundaria como en escuelas superiores, por ejemplo fue docente en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y Ernesto de la Cárcova de Buenos Aires, de la que llegó a ser Rector. En 1936 fue designado Académico de Número de Bellas Artes. Un año más tarde, en 1937, le fue concedido el Gran Premio de Honor y Medalla de Oro en la Exposición Internacional de París, galardón que unió a una larga lista de premios, como el recibido en 1939, año en que resultó premiado con la máxima distinción del VII Salón de Viña del Mar, Chile. Expuso en numerosas muestras colectivas e individuales, como las bienales de Milán o Venecia. En 1968, ya en el ocaso de su carrera, la Galería Witcomb, de Buenos Aires, presentó una exposición retrospectiva de Emilio Centurión, con 105 obras, al tiempo que se preparaba otra muestra similar en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, en la que se exhibieron 35 obras.
Permanente animador del ambiente cultural porteño, su taller fue siempre un centro de reunión de pintores, escritores e intelectuales. Su amplia trayectoria pictórica se caracterizó por no estar vinculada a ninguno de los “ismos” de las vanguardias del siglo XX. No obstante, en ella se aprecian influencias de estas tendencias. En sus primeros años, de vuelta de su viaje a Francia en el año 1928, se percibe una clara influencia de la pintura de Cezanne y abandona su primer estilo ligado al costumbrismo de raíz hispana. En los años cuarenta su evolución plástica le lleva a una peculiar interpretación del cubismo y, en sus últimos años, su pintura alcanza la abstracción. Dentro de esta evolución hay que destacar que Centurión practicó de manera excepcional el retrato, que le dio gran fama en Buenos Aires. Realizó numerosos retratos por encargo, como el retrato del almirante Guillermo Brown para el Ministro de Marina y el del general José de San Martín para el Banco Internacional de Boston. Entre sus obras destacan Venus criolla, de 1935, actualmente en el Museo Nacional de Bellas Artes y por la que obtuvo el Gran Premio de Honor del Salón Nacional; Retratos del escritor di Dieco, que se encuentra en la Galería de Arte Moderno, en Milán, y Cuzqueños y Colegiala.
Emilio Centurión murió en Buenos Aires el 26 de diciembre de 1970. El Fondo Nacional de las Artes organizó en 1978 una exposición en su memoria.