Un día como hoy, pero en 1886 fallecía en su quinta de Belgrano el multifacético José Hernández: un poeta, periodista, orador, comerciante, contador, taquígrafo, estanciero, soldado y político, que nos dejó -entre otras cosas- el Martín Fierro. Te contamos cómo fue su vida y obra. José Rafael Hernández y Pueyrredón nació el 10 de noviembre de 1834 en la chacra de su tío, Don Juan Martín de Pueyrredón, hoy convertida en el Museo José Hernández del partido de San Martín, en Buenos Aires. En su homenaje el 10 de noviembre -aniversario de su nacimiento- se festeja en la Argentina el Día de la Tradición. A los cuatro años leía y escribía, luego asistió al colegio de don Pedro Sánchez. Su madre falleció cuando él tenía nueve años y su padre, que era capataz en la estancias de Rosas, lo llevó a vivir al campo por recomendación médica, ya que a pesar de su juventud, se encontraba enfermo. Es ahí, en ese entorno campestre, que José Hernández toma contacto con gauchos e indios: conociósus costumbres, su mentalidad, su lenguaje y su cultura. Aprendió a quererlos, a admirarlos, a comprenderlos, y también, a entender sus dificultades en la vida cotidiana. A los 23 años, luego de fallecer su padre –quien fue fulminado por un rayo-, se instaló en la ciudad de Paraná. Allí, contrajo matrimonio con Carolina González del Solar y tuvieron siete hijos. Inició su labor periodística en el diario «El Nacional Argentino» con una serie de artículos en los que condenaba el asesinato de Vicente Peñaloza, publicados como libro bajo el título «Rasgos biográficos del general Ángel Peñaloza». Fue diputado y senador de la provincia de Buenos Aires. A los 35 años fundó el diario «El Río de la Plata», donde defendió a los gauchos y denunció los abusos cometidos por las autoridades de la campaña. Debido a los continuos enfrentamientos civiles durante los años ’50 y ’60, se vio obligado a viajar: vivió en Brasil, en Entre Ríos y Montevideo (Uruguay). En 1870 pudo volver al país. Su obra: el Martín Fierro Este poema de género gauchesco se convirtió en la pieza literaria del más genuino folklore argentino y fue traducido a numerosos idiomas. El libro es considerado la culminación de la llamada literatura gauchesca y es una de las grandes obras de la literatura argentina. Comenzó a venderse en las zonas rurales y era leída en grupo, en fogones o pulperías, y su gran éxito se debió a que pintaba con veracidad las vicisitudes del gaucho y los paisanos se reconocían en la desgracia del protagonista. Su inesperado éxito entre los habitantes de la campaña lo llevó en 1879 a continuarlo con «La vuelta de Martín Fierro», edición ilustrada por Carlos Clérice. José Hernández llevó a la literatura la vida de un gaucho contándola en primera persona, con sus propias palabras e imbuido de su espíritu. A través de la poesía consiguió un gran eco para sus propuestas y el Martín Fierro fue su más valiosa contribución a la causa de los gauchos. |