La Asamblea General de la ONU reconoce, a través de la Resolución 2065, que hay una disputa por la soberanía del archipiélago e insta a Gran Bretaña a discutir el tema con el gobierno argentino que entonces encabeza Arturo Illia. 94 países votan a favor de la resolución y hay 14 abstenciones. Entre ellas, la de la propia Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia, Canadá y España.