Comenzó con “Caras y Caretas” en 1957 y sus monólogos sobre humor político se hicieron famosos. Además de humorista, fue actor de cine y teatro, y falleció el 11 de enero de 1996.
Si bien actuó en cine, teatro y televisión, es en este último medio donde con su humor político marcó a generaciones de argentinos. Fue apodado el Actor Cómico de la Nación e hizo reír a varias generaciones de argentinos a lo largo de su carrera de más de 50 años. Fue una de las figuras más respetadas y queridas del país. Participó en 19 películas y una infinidad de ciclos de televisión y obras teatrales. Fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 1992.
A través del humor, dijo lo que nadie podía o quería decir. La sagacidad de sus comentarios, la crítica sutil que evitaba la censura cautivó a los televidentes. Tato Bores renovó absolutamente el lenguaje del humor político. Asistido por los mejores guionistas de cada época, transformó el estilo de los monólogos de Pepe Arias en un torrente frenético y surrealista de escenas imaginarias entre los personajes del momento.
Justamente, esta forma de recitarlos, a una velocidad increíble, hablaba mucho más de la realidad política del momento que el contenido mismo. La función que el periódico tenía en el humor de Pepe Arias, en Tato lo ocupó el teléfono, uno de los elementos emblemáticos de su personaje.