En honor al sacerdote San Francisco Solano.
Es llamado «el Taumaturgo del nuevo mundo», por los numerosos prodigios y milagros que se le atribuyen.
Francisco Solano, nació en 1549, en Montilla, Andalucía, España. Estudió en los Jesuitas, pero entró a la comunidad Franciscana porque sentía gran atracción por la vida de pobreza y sacrificio que practicaban los religiosos de esa Orden. Francisco dormía siempre en el suelo, sobre una cobija o un cañizo de palos.