El 18 de julio de 1994, una bomba destruyó el histórico edificio de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina). A las 9:53 se produjo una explosión en el edificio. En pocos segundos, la AMIA y varios edificios aledaños quedaron reducidos a escombros.
En el atentado murieron 85 personas y otras 300 quedaron heridas, 67 de las víctimas se encontraban dentro del edificio y otras 18 en la vereda o en edificios aledaños.
Más de 100 viviendas y comercios cercanos quedaron destruidos, la pérdida de gas en la zona fue de gran magnitud, la onda expansiva arrasó con toda la cuadra de Pasteur al 600/700, lanzando autos, árboles, carteles y personas por los aires; los vidrios de las ventanas de las viviendas y negocios estallaron hasta a seis cuadras a la redonda.