Desde 1999, la fecha es propicia para recordar la vital importancia de la tarea que llevan adelante los brigadistas. Fue establecido el 4 de mayo a partir de un incendio ocurrido en Canadá en diciembre de 1998 donde fallecieron cinco combatientes.
A su vez esta fecha coincide con el festejo del Día de San Florián, que es considerado como el Santo Patrono del combatiente.
El trabajo de los brigadistas es uno de los más peligrosos. Por eso en la celebración se busca fomentar el apoyo de la comunidad internacional y la sociedad en general a los combatientes forestales de todo el mundo, reconociendo su vocación y compromiso con su tarea.
En Argentina, quien tiene bajo su responsabilidad el cuidado y preservación del patrimonio natural es la Administración de Parques Nacionales.
Este organismo posee una Dirección de Lucha contra Incendios Forestales y Emergencias (DLIFE) que se encarga de fijar estrategias y lineamientos para prevenir los fuegos no deseados, el manejo de quemas prescriptas así como también la rehabilitación ecológica.
Todas las actividades preventivas deben realizarse siguiendo los pronósticos climatológicos, índices y partes de alerta. A su vez las tareas se adaptan según las características del terreno y las costumbres del país en cuanto a la utilización del fuego.
La prevención de los incendios forestales es fundamental para conservar la diversidad biológica del territorio. Estas áreas deben ser resguardadas e incrementadas para beneficiar a las generaciones del presente y el futuro.