Cuando el hijo de una señora decide emprender su vida, casarse, tener hijos, etc. en muchos casos la madre de éste sigue queriendo participar y opinar con su hijo como lo venía haciendo a lo largo de los años cuando éste estaba soltero o no tenía pareja.
Esta intromisión puede acarrear en la gran mayoría de los casos pequeñas riñas y rifis rafes entre la propia pareja o también entre el hijo y su madre o entre la mujer del hijo y la madre de éste, es decir, entre la nuera y la suegra.
Durante todos los años de soltería ella opinaba de todo sobre su hijo, pero ahora será la mujer de éste quien lo haga. Muchas suegras no llegan a entender esta situación y siguen actuando como venían haciéndolo hasta ahora, derivando en problemas familiares.
Es por este motivo que el papel de la suegra en la sociedad muchas veces no está muy bien reconocido. Sin embargo existen suegras que adoran a su hijo, a su pareja y aceptan de buen agrado la nueva vida entre ambos, sin entrometerse ni opinar. Disfrutan de sus nietos y comparten con ellos todo lo que pueden.