La recordación fue aprobada en el 2002 por el Congreso de la Nación para homenajear la gran labor que desempeñan los historiadores.
El nacimiento de la historiografía argentina se remonta al 1 de julio de 1812. Fue en esa fecha cuando, a través del decreto del Primer Triunvirato, se determinó que se asentasen por escrito los acontecimientos de la Revolución de Mayo. Esto significó la perpetuación de la memoria de los héroes, las virtudes de los hijos de América del Sur y la época gloriosa de la independencia civil.
La responsabilidad de este primer escrito recayó en el Deán Gregorio Funes, ya que su ensayo de la Historia Civil de Paraguay, Buenos Aires y Tucumán constituyó la primera interpretación del proceso histórico iniciado en 1810.
Transmitir el legado histórico de una nación, ya sea en las aulas o de una generación a otra, es un factor imprescindible para el desarrollo de los pueblos. Por ello, el punto y enfoque de transferir estos conocimientos determina dicho avance y, por extensión, la ideología de los ciudadanos