Uno de los mayores exponentes de la música popular en toda América Latina, su militancia en el Partido Comunista le costó el exilio al comenzar la dictadura en Uruguay, en 1973. Pasó primero por la Argentina y después estuvo en España y México. Pudo volver a Uruguay en marzo de 1984. Autor de clásicos como “El violín de Becho”, “Adagio en mi país”, “Doña Soledad” y “Chamarrita de una bailanta”, murió el 17 de enero de 1989.