Fueron dos atentados que ocurrieron exactamente con un año de diferencia. En el primero, el terrorista turco Mehmet Ali Ağca le disparó mientras el Sumo Pontífice se desplazaba por la Plaza de San Pedro en un vehículo. Resultó herido en su mano izquierda, en su brazo derecho y en el abdomen.
El hombre fue arrestado y el Papa debió ser intervenido quirúrgicamente. Tiempo después, perdonó al acusado. Un año más tarde, mientras agradecía a la Vírgen de Fátima (en Portugal) por haberle salvado la vida, el cura Juan María Fernandez Krohn quiso asesinarlo con una bayoneta, pero fue detenido a tiempo.