Sus padres, el prusiano Karl Arlt y la austrohúngara Ekatherine Lobstraibitzer, eran un par de inmigrantes pobres recién llegados al país. Su infancia transcurrió en el barrio porteño de Flores. En el ambiente familiar se hablaba idioma alemán, tuvo dos hermanas que murieron de tuberculosis (una a temprana edad y la otra, Lila, en 19364). La relación con su padre estuvo signada por un trato severo y poco permisivo o directamente sádico. La memoria de su padre aparecerá en futuros escritos. Fue expulsado de la escuela a los ocho años y se volvió autodidacta. Se escapó de su casa a los dieciséis años. Trabajó en un periódico local, fue ayudante en una biblioteca, pintor, mecánico, soldador, trabajador portuario y manejó una fábrica de ladrillos. Al fin se decidió por el periodismo. Se hicieron célebres sus aguafuertes. Entre 1920 y 1930 se acerca al Grupo Boedo que publicaba en la Editorial Claridad y se reunían en el Café El Japonés. En 1926 escribió su primera novela El juguete rabioso, a la cual le iba a poner inicialmente como título La vida puerca, pero en esa época Arlt era secretario y luego amigo de Ricardo Güiraldes quien le sugirió que el nombre original La vida puerca sería demasiado tosco para los lectores de ese tiempo. También trabajó de periodista para el diario, donde editaría sus famosas Aguafuertes porteñas. Se casó dos veces, primero con Carmen Antinucci (fallecida en 1940)5 y después con Elisabeth Mary Shine el 25 de mayo de 1940 en Pando, Uruguay. Con ella, Roberto Arlt tuvo un hijo que nació póstumamente, llamado también Roberto Arlt. Mientras estuvo viva, su hija Mirta Electra Arlt (de su primer matrimonio con C. Antinucci), quien manejó su legado hasta morir en 2014, trató de mantener a la segunda mujer de Arlt y a su hijo Roberto en las sombras.