Apodado “El Feo”, grabó destacadas piezas como “Cafetín de Buenos Aires” y “Sur”.
Por su particular registro de voz, estilo criollo y uso del lunfardo, su excelente repertorio y extensa trayectoria, Edmundo Rivero es considerado uno de los mayores artistas de la historia del tango.
Apoyado y empujado por un tío soltero, músico de tango, se dedica a recorrer boliches y escenarios con su infaltable «viola» (guitarra). Acompañó películas mudas en un cine del barrio La Mosca, en Avellaneda donde exhibían la película Resaca.
Edmundo Rivero interpretando en vivo con su guitarra
El protagonista desenfundaba una guitarra y Rivero debía musicalizar la escena. Un día se animó a cantar también pero el público reaccionó iracundo, haciendo un terrible estruendo dando patadas en el piso. Al día siguiente repitió el número y el dueño del cine lo despidió ante el enojo del público, no acostumbrado a escuchar voces en el filme.
En sus inicios formó dúo con su hermana Eva y debutó realizando algunos pequeños conciertos para Radio Cultura interpretando música española y temas clásicos. Su carrera como cantor de tango se inicia con José de Caro y en 1935 se une a la orquesta de Julio de Caro como vocalista, actuando en los bailes de Carnaval del Teatro Pueyrredon de Flores. Más tarde trabajó en la orquesta de Emilio Orlando y, a comienzos de la década de 1940 en la de Humberto Canaro.1 Después estuvo en otras orquestas, como las Horacio Salgán y Aníbal Troilo, imponiendo su registro de bajo y su inconfundible estilo aporteñado.