Andrés Chazarreta nació en la provincia de Santiago del Estero el 29 de mayo de 1876 y murió en la misma ciudad el 24 de abril de 1960, después de cerrar el ciclo de una existencia fecunda en la que se mezclaron sus tareas de docente y una vida familiar llena de amor y paz, cuyo escenario fue siempre la vieja casona de la calle Mitre, convertida hoy en el Museo Folklórico que lleva su nombre.
Un defensor a ultranza de la cultura nacional y un profundo proliferador de las ideas cristianas.Allá por 1916 comienzan a editarse los álbumes de música con zambas, gatos y chacareras que lo ponen en el centro de la escena porteña.
En sus expresiones, Chazarreta expresaba “En mis representaciones se verá la hermosa tradición de nuestra provincia y a la par de la música los bailarines interpretarán los distintos bailes criollos de antaño, que el tiempo va esfumando por una apatía incomprensible”.
“Entiendo que es el momento oportuno de hacer revivir las tradiciones y presentar al mundo civilizado sus grandezas. Millares de argentinos mueren sin conocer la música tradicional creada por nuestros antepasados”, contaba el hombre santiagueño.
En los últimos años de su vida Andrés Chazarreta era considerado un verdadero patriarca del folklore argentino. Y al cabo de una vida dedicada a la difusión folklórica pudo anotar en su balance cincuenta años de actuación teatral, desde el debut en el Teatro Cervantes en 1906 hasta su despedida porteña en el teatro Casino el 11 de octubre de 1956.