La primera versión, que no se comprobó aún del todo, se refiere a que durante la segunda etapa de la Revolución Industrial, Christopher Latham Sholes creó la máquina de escribir en 1872.
En 1873, su hija de 23 años, Lillian, comprobó en público la eficacia del invento de su papá. Debido a su destreza con la dactilografía, que se basó en horas de trabajo con la máquina y su exposición, la joven es considerada como la primera secretaria de la historia.
Pasaron cien años y los fabricantes del invento decidieron realizar una competencia de dactilografía para recordar la invención de Sholes. El concurso se repitió los años siguientes y finalmente se estableció el Día de la Secretaria el 4 de septiembre.