Las elecciones presidenciales de Argentina de 1983 se llevaron a cabo el domingo 30 de octubre de dicho año con el objetivo de volver a la democracia tras la dictadura instalada en 1976, conocida como el Proceso de Reorganización Nacional y la Guerra de las Malvinas del año anterior.
Los comicios se realizaron bajo el texto constitucional impuesto durante la dictadura militar autodenominada Revolución Libertadora, que establecía el sufragio indirecto y un mandato presidencial de seis años sin posibilidad de reelección inmediata.
Triunfó el candidato radical Raúl Alfonsín con un 51.75% del voto popular y 317 votos de los 600 miembros del Colegio Electoral. En segundo lugar resultó el candidato peronista Ítalo Luder, que obtuvo el 40.16% del voto popular y 259 electores. Los otros dos candidatos más votados fueron Oscar Alende, del Partido Intransigente, con el 2.33% de los votos, y Rogelio Frigerio, del Movimiento de Integración y Desarrollo, con el 1.19%, obteniendo ambos 2 electores cada uno. Los 20 electores restantes fueron a parar a partidos sin fórmula, que ocuparon el 2.23% todos juntos. El restante 2.34% fue a parar a otras candidaturas, que no obtuvieron electores. De todas las elecciones realizadas desde entonces hasta la fecha, estas tuvieron el nivel de polarización más alto entre dos candidatos, con Alfonsín y Lúder acaparando juntos el 91.91% de los sufragios válidamente emitidos.
Las elecciones de 1983 iniciaron el período más largo de continuidad democrática de la historia argentina, no interrumpido desde entonces. Simultáneamente se eligieron la totalidad de los miembros del Congreso Nacional y al asumir el presidente Alfonsín, se renovaron la totalidad de los miembros de la Corte Suprema. Fue la primera victoria en una elección presidencial obtenida hasta entonces por la Unión Cívica Radical desde 1928 (sin contar los triunfos de candidatos de extracción radical en las elecciones restringidas de 1958 y 1963) y la primera derrota del Partido Justicialista en elecciones libres.
Alfonsín no finalizó el mandato constitucional debido a que «resignó» su cargo cinco meses antes, el 8 de julio de 1989. Alfonsín no fue sucedido por el vicepresidente Víctor Martínez, sino por el presidente sucesor ya electo Carlos Menem, quien completó el mandato de seis años iniciado el 10 de diciembre de 1983, antes de dar inicio el suyo el 10 de diciembre de 1989.