Cada 7 de agosto, se conmemora al santo patrono de San Cayetano, a quien millones de fieles le piden por “la paz, el pan y el trabajo”.

Fue un presbítero italiano, fundador de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos. En 1671 fue proclamado santo por el papa Clemente X. Se le conoce como Santo de la Providencia, Patrono del pan y del trabajo.

Nació en Vicenza en el siglo XV. Pertenecía a la familia de los condes de Thiene. Fue el último de los tres hijos del conde Gásparo di Thiene (un militar que murió en 1492) y de la condesa María Da Porto, quien más tarde se convertiría en terciaria dominica. Recibió el nombre de Cayetano en honor a un tío recién fallecido que era un canónigo docente de Derecho en la Universidad de Padua, que había nacido en Gaeta (pueblo costero, a 70 km al sudeste de Roma).

Cayetano, en 1504, obtuvo el doble doctorado en derecho civil y canónico por la Universidad de Thiene. En 1506, a los 25 años de edad, gracias a las relaciones de sus tíos, tuvo la oportunidad de ser nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma. Desde ese puesto ayudó a reconciliar a la Santa Sede con la República de Venecia. Se retiró de la vida cortesana en 1513 y fundó una sociedad de sacerdotes y prelados, llamada el Oratorio del Amor Divino. Fue ordenado sacerdote dos años después (a la edad de 35 años).

Trabajó como confesor. En 1522 retornó a su ciudad, Vicenza. En Venecia fundó el Ospedale degli Incurabili, un hospital para enfermos incurables.

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