1 de Julio de 1892 : Nace en Buenos Aires el pintor Luis Cordiviola.

Autor de cuadros como Overa hosca de la cordillera y Yegua serrana. Falleció en San Isidro (provincia de Buenos Aires) el 20 de junio de 1967.

Si bien nació en Buenos Aires el 1º de julio de 1892, a Luis Adolfo Cordiviola se lo considera un pintor cordobés, ya que vivió y realizó la mayor parte de su obra en Cabalango, un pequeño pueblo enclavado en las sierras cordobesas. Fue estudiante de la Academia Nacional de Bellas Artes y en 1912, como premio a su promisoria y ya prolífica producción artística, obtuvo una beca concedida por el Estado Nacional que le permitió viajar a París y estudiar en el taller del pintor Louis Auquetin, así como también concurrir a las academias Colarossi y Grande Chaumiüre. El inicio de la Primera Guerra Mundial obligó al joven estudiante a volver a la Argentina. Aquí retomó sus estudios académicos y en 1916 se recibió de profesor nacional de Dibujo. Ese mismo año obtuvo el Premio Estímulo otorgado por el Salón Nacional. Sería el primero de varios galardones que jalonarían su extensa carrera. Si bien el pintor vivía casi recluido en su espacio cordobés, no dejaba de presentarse de manera sistemática al Salón Nacional de Bellas Artes, en donde fue aceptado y varias veces premiado. En Buenos Aires, expuso en la Galería Van Riel en 1924 y 1925.En 1930 volvió a Europa, en un periplo que lo llevó por Francia, España, Alemania, Austria, Holanda y Bélgica. Conoció, además, Mallorca, donde residió seis meses, lo que le alcanzó para enamorarse de la luminosidad que caracteriza a esa isla del Mediterráneo español. En 1933 realizó una exposición individual en la Galería Müller. Buscando un lugar con la luz que envolvía el paisaje mallorquino, encontró Cabalango, el pueblo cordobés donde se radicó sumergiéndose en la vida serrana, en una situación de casi aislamiento, y produciendo obras que describen el paisaje y los animales típicos de la zona. Desde 1935 vivió alternando temporadas entre aquel rincón solitario de Córdoba y su antigua casona de San Isidro, que había convertido en un museo de arte. Entre 1939 y 1951, cada dos años, presentó sus nuevas obras en la Galería Witcomb, demostrando ser un artista muy productivo.

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