Aunque el Día Mundial del Libro es el 23 de abril, en la Argentina tenemos también un Día Nacional del Libro, celebración que comenzó en Argentina el 15 de junio de 1908 como Fiesta del Libro, registró AIM.
Esta celebración comenzó en Argentina el 15 de junio de 1908 como “Fiesta del Libro”. Ese día se entregaron los premios de un concurso literario organizado por el Consejo Nacional de Mujeres.
En 1924, el decreto 1038 del gobierno nacional declaró como oficial la “Fiesta del Libro”. El 11 de junio de 1941, una resolución Ministerial propuso llamar a la conmemoración “Día del Libro” para la misma fecha, expresión que se mantiene actualmente.
A medida que pasan los años los soportes cambian. Debido a la introducción de innovaciones tecnológicas, a mediados de los noventa muchos eran los que dudaban de la perdurabilidad del libro y algunos hasta llegaron a augurar su total desaparición. Motivos parecían no faltar.
El Proyecto Gutemberg de Michael Hart dio el puntapié inicial con la creación de una biblioteca digital con obras de dominio público. En 1981, salió a la venta el primer libro electrónico: Random House’s Electronic Dictionary. Después aparecieron la tinta y el papel electrónico.
¿Qué ha pasado en estos años? La historia del libro de estas últimas décadas ha mejorado la calidad de conservación de los textos y los costos de producción.
Pero ¿qué resultados han tenido estas innovaciones en el acceso a la información? ¿En qué han afectado estos cambios en el uso/lectura de libros? Estos cuestionamientos nos permiten reflexionar acerca del tema y a celebrar la permanencia de los libros entre nosotros.