Tenía 52 años cuando fue ejecutado en la plaza de Campo dei Fiori, en Roma. Escandalizó al clero por adherir al modelo copernicano, en el cual la Tierra no es el centro del Universo y gira alrededor del Sol. Argumentó que debía haber más mundos habitados y cuestionó a la Santísima Trinidad para proponer un modelo panteísta. Acusado de brujo, de cuestionar la fe católica, la virginidad de María y sostener la existencia de otros mundos, se negó a renunciar a sus ideas y fue excomulgado antes de arder en la hoguera. Al cumplirse cuatro siglos, los estudiantes de la Universidad de Roma colocaron en el lugar de su ejecución una placa: “Sus alumnos al Maestro”.