Un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada», según la autopsia, termina con la vida del mejor futbolista argentino de todos los tiempos a los 60 años. Días antes se había operado de un hematoma subdural y se recuperaba de esa intervención en una casa de un country en Tigre cuando fallece. Se organiza un funeral en la Casa Rosada, en el que hay desbordes. El 26 de noviembre es enterrado en un cementerio privado de Bella Vista junto a sus padres.