Los hermanos Louis y Auguste Lumière presentan el cinematógrafo, que habían patentado en febrero. Filman la que se considera la primera película de la historia: Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir,que es presentada de manera comercial en un sótano en París, junto a otros dos cortos de su autoría: Llegada de un tren a la estación de la Ciotat y El regador regado.