El 6 de Marzo de 1839, nace el escritor y periodista lusoargentino Olegario V. Andrade.

El 6 de marzo de 1839, en Alegrete, estado de Rio Grande do Sul, Brasil, nacía quién con el tiempo se convirtió en uno de los mayores poetas argentinos, Olegario Víctor Andrade, quién también incursionó en el periodismo y desde Entre Ríos, su terruño adoptivo intervino en la política como hombre de la causa federal, acompañando las gestiones de los presidentes Justo José de Urquiza y Santiago Derqui, de quien fuera secretario privado.

Ya su padre, el santafesino Mariano Andrade, había demostrado, siendo juez de paz, sus propios puntos de vista no coincidentes con el poder político razón por la cual debió exiliarse en el Brasil con su esposa, la entrerriana María Burgos, razón por la cual ésta dio a luz a Olegario en el vecino país. Pero al poco tiempo la familia regresó a la Argentina y se instaló en Gualeguaychú, Entre Ríos.

Años después, siendo el mayor de tres hermanos Olegario Andrade quedó huérfano en 1847 cuando él sólo contaba con ocho años a pesar de lo cual asumió responsabilidades con Wenceslao y Úrsula, sus dos hermanos menores, y prosiguió sus estudios en el colegio de Concepción del Uruguay donde se destacó ya en 1848 por sus condiciones literarias al punto de que el luego gobernador Rosendo María Fraga y entonces delegado de Urquiza, lo recomendó a éste, el entonces gobernador.

Así Urquiza, preocupado por la educación, dio instrucciones para garantizar la continuidad de los estudios del joven, lo que le permitió a éste ser compañero de aprendizajes con el luego presidente Julio Argentino Roca, cuyo padre también era colaborador de Urquiza. También compartió estudios con otro futuro presidente, Victorino de la Plaza; y con quienes llegaron también a destacarse en su madurez, como el escritor y diplomático José Eduardo Wilde; el periodista y político Onésimo Leguizamón, y el juez Benjamín Basualdo, amén de algunos otros menos conocidos pero que también se aportaron mutuamente para sus respectivos crecimientos intelectuales.

 A los 63 años, el 30 de octubre de 1882, falleció y fue enterrado en el Cementerio de la Recoleta en la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde reposan sus restos. En su memoria se implantó un busto en el Jardín de los Poetas en el Rosedal porteño en compañía de los de grandes de la literatura universal como José Martí, Dante Alighieri, Amado Nervo, Alfonsina Storni, Federico García Lorca, Antonio Machado, Jorge Luis Borges y muchos otros. Así le rinde homenaje la ciudad a la que tanto cuestionó en su consecuente lucha federalista.

Un cuestionamiento que lo llevó a decir: “Buenos Aires se erigió a partir de 1810 en Metrópoli territorial, reemplazando a España, como lo sostiene Alberdi, monopolizando en nombre de la República, el comercio, la navegación y el gobierno general del país. En cambio, el caudillaje representa a la resistencia de los pueblos a ese ascendiente usurpado, a la codicia sórdida de la política centralista de Buenos Aires… el reclamo de las provincias destituidas de un gobierno propio, privadas de sus rentas, de su comercio y de sus vías fluviales de navegación”.

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